La Caldera

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IOSPER: La auditoría que llegó diez años tarde: el show de Diego Lara.

En un nuevo capítulo del teatro institucional entrerriano, el Tribunal de Cuentas, conducido por el infalible Diego Lara —autoproclamado custodio de la moral contable— anuncia, con bombos y platillos, una «auditoría especial interdisciplinaria» sobre el IOSPER.

Una medida que llega… ¿una década tarde?Lara, otrora legislador, hoy devenido en gran visir de los números públicos, parece haber despertado de una siesta prolongada justo cuando el escándalo del IOSPER —ese latrocinio sistemático a la salud de los entrerrianos— ya es indisimulable. ¿Y cómo responde?

Con una comisión interdisciplinaria. Brillante.Durante más de diez años, mientras los Cañete, los Moreira y sus satélites acumulaban campos, empresas agropecuarias y fortunas, el Tribunal de Cuentas no vio nada.

Ni los contratos truchos que se multiplicaban como hongos bajo la lluvia. Ni los gastos sin control. Ni los retornos, ni los testaferros. Ni el saqueo a Vialidad con Alicia Feltes como ladera de la joda del Mercosur.

El Tribunal, que por mandato constitucional debe auditar cada ejercicio, se convirtió en una escribanía muda, garante del silencio. ¿Y ahora? Montan un circo de auditores, abogados y técnicos para maquillar lo obvio: se les pasó por el costado el fraude más grande a la obra social de los trabajadores del Estado.

Ni los informes, ni las resoluciones, ni los números cerraban.

Pero Lara, el monarca de las omisiones, firmaba y archivaba. Mientras tanto, en los hospitales se caían los techos, faltaban insumos, y los afiliados hacían fila para que les autoricen un medicamento oncológico.

Esta auditoría no es más que un acto de prestidigitación contable. Un intento desesperado por recuperar algo de legitimidad institucional.

Pero los hechos pesan: el Tribunal de Cuentas fue cómplice, por acción u omisión, del saqueo institucionalizado al IOSPER, y ahora pretende investigar lo que debió controlar año a año.

Los entrerrianos no necesitan comisiones, necesitan justicia. Y el primer paso sería auditar al auditor.