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Carlos Guillermo Reggiardo denuncia persecución judicial y arbitrariedad de la jueza civil Rosa María Fernández Campasso

Carlos Guillermo Reggiardo, abogado matriculado en Entre Ríos y víctima de una serie de maniobras judiciales irregulares, presentó este lunes un recurso de apelación y recusación contra la jueza civil Rosa María Fernández Campasso, quien actúa en el expediente N.º 10798 caratulado «Superintendencia de Tribunales – Gualeguay c/ Reggiardo Carlos Guillermo s/ Violencia de Género».

En su presentación, Reggiardo denunció que la jueza le impuso una pena encubierta de imposible cumplimiento, bajo la forma de una supuesta medida “provisoria”: 32 clases obligatorias en un instituto privado con cargo económico y amenaza de causa penal por desobediencia en caso de incumplimiento. Lo grave, sostiene el denunciante, es que nunca fue notificado ni escuchado, y la jueza dictó esta medida sin audiencia, sin intervención del ETI y sin permitir revisión por tribunal superior, lo que constituye una violación flagrante al debido proceso.

“La jueza me impone una sanción de tipo penal —económica y conductual— sin base legal ni control judicial alguno. Se trata de una pena anticipada e ilegal, que no resiste análisis desde el punto de vista constitucional”, afirmó Reggiardo.

El abogado ya ha radicado denuncias formales ante el Colegio de la Abogacía de Entre Ríos, el Senado Provincial, la Procuración General, el Jurado de Enjuiciamiento y organismos nacionales e internacionales de Derechos Humanos, incluyendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Asimismo, advirtió que este accionar judicial se enmarca en una persecución organizada luego de que cuestionara públicamente al fiscal Rodrigo Molina y denunciara irregularidades graves dentro del Ministerio Público Fiscal. Como represalia, afirma Reggiardo, se le armaron tres causas penales, con la colaboración del propio Molina, el fiscal Dardo Tortul (En la foto junto a la JUEZA) y funcionarios del ETI que habrían falseado informes en su contra.

“Hoy estoy frente a una maquinaria que busca doblegarme, sancionarme sin juicio y anularme como abogado. No sólo no se me garantiza el derecho de defensa, sino que se me castiga por ejercerlo. Pero no me voy a callar ni a rendir”, concluyó Reggiardo.