El resultado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER fue un mazazo: 70 a 30 contra el oficialismo que encabezaba el rector Sabella, alineado con el poder político provincial. Una derrota que no solo sacude el mundo académico, sino que deja tambaleando a dos figuras clave: Adán Bahl y Guillermo Michel.
Lo grave no es solo el margen, sino el escenario. La UNER fue durante años el núcleo natural de legitimidad del peronismo entrerriano, un bastión que servía tanto a Bahl como a Michel para mostrar músculo político y “credencial técnica”. Por eso el golpe es doble: los contadores, que eran el círculo natural de ambos, les dieron la espalda.
El mensaje es brutal: si ni siquiera los contadores —su público más propio— los acompañan, ¿qué queda para la sociedad en general? Bahl pierde influencia en la institución que fue siempre su casa de poder. Y Michel, que intenta mostrarse como técnico solvente, queda expuesto en su peor faceta: un político malhumorado, esquivo, que no conecta con la gente y que solo se abre cuando hay periodistas con sobre de por medio.
El problema de Michel es de estilo y de credibilidad. Su discurso tecnocrático no conmueve a nadie. Y en el recuerdo social pesa más lo simple: que en la Aduana que condujo se hablaba de coimas. La maraña de siglas y sistemas de importación (las famosas SIRA) puede ser un jeroglífico incomprensible, pero para la gente la traducción es una sola: había curro.
El golpe también desnuda la situación de Bahl. Su figura, que alguna vez pretendió mostrarse como seria y ordenada, perdió toda credibilidad tras el festival de nombramientos: familiares, amigos y allegados acomodados en cargos públicos que terminaron derrumbando el relato de “gestión profesional”. La derrota en la UNER refleja también ese desgaste: ni en su propia casa queda autoridad.
La paliza en la UNER, entonces, no es una anécdota académica: es la señal de que el tándem Bahl–Michel perdió autoridad incluso en su bastión histórico. Y si los contadores ya no creen en ellos, mucho menos lo hará el resto del electorado.