La Caldera

POLITICA – ECONOMIA – DEPORTES

Se anunció la séptima edición del Festival de cine de Entre Ríos, un espacio en donde las cuentan no cierran.

Detrás de las luces, el evento expone un esquema de manejo de recursos sin la transparencia que exige la ley, un entramado de vínculos con empresas privadas y una vista gorda de varios funcionarios al desmanejo de fondos que hace el presidente del IAAER Maximiliano Schonfeld de la mano del secretario de Cultura y periodista Fabián Stopello (Del riñon de ROSARIO ROMERO) quien logra que todos estos hechos no se investiguen.

El costo real

El Decreto 3534/24 MGT autorizó $8,3 millones solo para premios (competencia oficial y mercado audiovisual), más los gastos operativos que cubrió la Secretaría de Cultura de Entre Ríos.
No hubo patrocinadores privados de relevancia. Tampoco hay información pública clara sobre la participación del Consejo Federal de Inversiones (CFI) en esta edición. El CFI aparece como socio en programas previos, pero en 2024 no se informaron montos ni objetivos concretos.
Según fuentes consultadas el costo del festival el año pasado rondo los 300 millones de pesos pero nadie sabe de dónde sale ese dinero.

El triángulo CFI – Cine Tren – cineastas

Distintas fuentes señalan un circuito que necesita luz:

El CFI financia programas del iAAER, Cultura e iniciativas destinadas al audiovisual. Cine Tren S.R.L., empresa privada con vínculos profesionales y creativos con la cúpula del IAAER y del FICER, recibe parte de esos fondos.

Cine Tren luego paga a cineastas mediante facturas emitidas por ellos, actuando como intermediaria.

El problema es que como el CFI tiene sus erogaciones limitadas, se solicita a los participantes del FICER que emitan facturas a cinetren con otros destinos para que puedan ser rendidos como gastos al CFI

¿Por qué el IAAER no canaliza directamente el dinero hacia los beneficiarios? ¿Qué criterios se usaron para contratar a Cine Tren? ¿Hubo concurso público o fue un acuerdo entre conocidos?
¿De qué monto es el acuerdo con Cinetren?

No hay documentos oficiales que respondan. El riesgo: que recursos públicos terminen favoreciendo a un círculo reducido de allegados, malversando fondos con el mecanismo repetido de presentar al CFI programas de forma recurrente, para desviar esos fondos a otras actividades pero siempre a los mismos beneficiarios.

¿Cuántos programas a pedido el IAAER al CFI en lo que va la gestión de Schonfeld?

La ley dice una cosa, la práctica muestra otra. La Ley 10.937 es clara:

El Consejo Asesor del IAAER debe proponer jurados y controlar beneficios. El IAAER puede contratar, pero debe garantizar equidad y transparencia. Los fondos pueden provenir de presupuesto provincial, aportes nacionales, auspicios y donaciones.

En el FICER 2024, el Consejo Asesor no tuvo un rol visible. La designación de jurados y cargos clave fue directa, sin convocatoria abierta. Y varias caras premiadas o destacadas en el festival forman parte del mismo ecosistema que lo organiza.

Conflictos de interés a la vista

Maximiliano Schonfeld, presidente del IAAER y cineasta premiado en ediciones anteriores, conduce el festival que podría exhibir sus obras o las de sus colegas más cercanos.

Eduardo Crespo, director artístico, es parte del mismo núcleo creativo, sin concurso para su puesto.

Un miembro del Consejo Asesor, Gastón Calivari, fue premiado en 2024 (por un jurado externo), pero su doble rol en el órgano de control y como participante alimenta sospechas.

Jurados con películas proyectadas fuera de competencia, lo que, aunque legal, erosiona la separación de funciones.

Recursos públicos, beneficios privados

El FICER 2024 es un ejemplo de cómo una política cultural valiosa puede transformarse en plataforma de autopromoción y gestión cerrada. La falta de claridad en los fondos del CFI y el papel de Cine Tren son puntos ciegos que la provincia todavía no ha explicado.

Lo que pedimos desde La Caldera

Publicar contratos y pagos vinculados al FICER 2024, incluyendo la relación con el CFI y Cine Tren S.R.L.

Conocer cómo se financia el IAAER y cómo es el circuito de los constantes fondos solicitados al CFI para cada programa y quiénes fueron sus beneficiarios.

Protocolo de integridad para impedir que autoridades y allegados del IAAER reciban beneficios mientras ocupan cargos.

Consejo Asesor activo y público en la selección de jurados y control de premios.

Eliminar intermediarios en la entrega de fondos públicos.

Convocatorias abiertas para cargos y contrataciones clave.

El Ficer 2025 no puede repetir los vicios y la falta de transparencia de ediciones anteriores y hasta que no se conozca cómo es el manejo de fondos, el presupuesto y sus beneficiarios no se puede seguir haciendo la vista gorda sobre un evento que no tiene el control suficiente.