La investigación por el choque fatal de la Ruta 32 acaba de sumar un dato incómodo. En una requisa autorizada por el Juzgado de Garantías N° 5 de Paraná, a cargo del juez Elvio Garzón, la Policía inspeccionó la Volkswagen Amarok vinculada al imputado y secuestró varios blíster y pastillas sueltas halladas en el asiento trasero, dentro de una bolsa negra con la inscripción “OSSIRA”.
El procedimiento se realizó con can antinarcóticos. Aunque el perro no detectó estupefacientes, los efectivos continuaron la requisa y dieron con ese “pastillaje” que ahora quedó bajo análisis. Todo el material fue puesto a disposición de la fiscal de Delitos Complejos Patricia Yedro, quien conduce la IPP y deberá determinar qué eran esas pastillas, de dónde salieron y qué relevancia tienen en el expediente.
El hallazgo impacta en una causa ya sensible. El choque ocurrió el domingo 7 de diciembre de 2025 por la noche, a la altura del kilómetro 24,5, entre Seguí y Viale, cuando la Amarok embistió a la moto en la que circulaban Juan Carlos Müller De Campos (18) y Sasha Grandoli Riquelme (19), ambos fallecidos en el lugar.
El imputado, Agustín Bikkesbakker, 42 años, oriundo de Roque Sáenz Peña (Chaco), quedó con 21 días de prisión preventiva domiciliaria en Paraná, medida dictada este martes 9 de diciembre. Según las crónicas judiciales, se abstuvo de declarar y alquiló una vivienda para quedar a disposición de la Justicia mientras avanzan los peritajes.
¿Se complica su situación? Potencialmente sí, porque el secuestro de fármacos abre una línea de investigación que la fiscalía no puede ignorar. Pero el punto clave es técnico y probatorio: sin peritajes y sin un nexo claro con la conducción al momento del siniestro, esto será por ahora un indicio en evaluación, no una sentencia anticipada. La Ruta 32 ya cargaba con lluvia, escasa visibilidad y una noche que terminó en tragedia; ahora suma un nuevo interrogante que la causa deberá responder con ciencia, expediente y debido proceso.
























