Hay gobiernos que gestionan y gobiernos que filman. Y parece que Entre Ríos está terminando el año con una administración que convierte cualquier hecho en un tráiler: plano general, dron, funcionarios en formación, prensa convocada, frases para titulares y el gobernador actuando de protagonista, como si recuperar un camping fuera el final de temporada de una serie.
Porque el episodio “Tortuga Alegre” no fue una simple acción administrativa. Se lo vendió como gesta. Y eso es lo que irrita: la sobreactuación permanente. La provincia “recupera” predios en el perilago, sí: hay antecedentes de recuperaciones y desalojos en esa zona, tramitados judicialmente y con intervención de organismos provinciales.
Pero cuando a un acto que debería ser rutina del Estado lo transformás en un espectáculo, lo que estás diciendo (sin decirlo) es que te importa más la escena que el resultado.
Y en el medio aparece el dato que muchos comentan por lo bajo: esto era de un privado / una ocupación irregular / un enredo que viene de antes. Los propios artículos que circulan sobre el tema muestran que el conflicto por “La Tortuga Alegre” y predios del perilago viene con historia, disputas judiciales y ocupaciones cuestionadas.
Entonces, ¿de verdad era necesario montar una película institucional para un capítulo que, en esencia, es hacer cumplir la ley?
Austeridad para el discurso, aventura para la foto
La contradicción es obscena: se predica “austeridad”, pero se derrochan recursos simbólicos (y operativos) en marketing de gestión. La ruta para llegar —según se ve y se vive— está detonada: pozos, barro, huellas, abandono. Pero el Estado llega igual… no con máquinas viales ni un plan serio, sino con cámaras.
Es el mismo tono “Parador Mar del Plata”, pero versión litoral: las aventuras del carpincho, el festival de la selfie, el “miren cómo trabajamos” con mate en mano y drone arriba. Se gobierna para la edición.
“Nuevo organismo”: más estructura, más cargos, más relato
Mientras se habla de austeridad, el Ejecutivo impulsa la creación de una Agencia de Desarrollo (también presentada como Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones): un ente descentralizado y autárquico, con capacidad de coordinar con privados, municipios y organismos nacionales e internacionales.
El propio texto legal la piensa como un actor con funciones amplias: estrategias sectoriales, programas de fomento, asistencia, articulación público–privada, economía del conocimiento, etc.
Todo eso puede sonar bien en una jornada empresaria. Pero en la Entre Ríos real la pregunta es directa:¿era prioritario crear un organismo nuevo —autárquico— cuando la gente esperaba recortar, ordenar y desarmar estructuras?
Porque el mensaje social era “motosierra”. Y el cierre de año parece “organismo nuevo + spot costero”.
Mientras tanto, la Justicia se desnuda en Diputados
Y el contraste final es el más crudo: mientras el Ejecutivo arma una película con la Tortuga Alegre, la Justicia expone sus miserias en la Cámara de Diputados, con comisiones y discursos donde algunos se animan a mirar a un “Medina” con una lupa que no usarían con otros que tienen lo mismo o peor, pero conocen el pedigree de cada banca, de cada apellido, de cada operador.
En Entre Ríos, el poder siempre supo distinguir entre el ciudadano común y el que “tiene libreto”. Y esa doble vara —en la política y en la Justicia— es lo que pudre todo.
IOSPER: el “plumerazo” que ahora se enreda
Vos lo decís con crudeza: entraron “porque robaban”, pero el costo político lo están pagando otros.Y ahí hay un dato clave para que quede claro en la nota: hoy conviven dos relatos y dos frentes judiciales/políticos alrededor de IOSPER:Por un lado, se difundieron acciones y demandas contra ex autoridades de IOSPER por montos importantes y presuntos daños patrimoniales. Por otro lado, también se informó la existencia de denuncias penales contra la propia intervención designada por Frigerio, con sospechas sobre manejo de fondos/contrataciones.
Conclusión
Frigerio termina el año como lo viene transitando: crea un organismo, produce un episodio y vende épica donde había trámite. Y la provincia, mientras tanto, sigue viajando por rutas destruidas hacia un camping convertido en postal.
La “Tortuga Alegre” podrá estar recuperada, pero la pregunta incómoda queda:
¿recuperamos bienes públicos, o recuperamos la vieja costumbre de gobernar con propaganda?























