Mientras el Partido Justicialista de Entre Ríos debate la necesidad de renovación, austeridad y participación real, el oficialismo avanza sin pudor con el modelo más viejo de todos: plata, apriete y contaminación.
A espaldas de la militancia, sin discutir propuestas ni permitir alternativas, impusieron la impresión de ocho millones de boletas, ignorando toda lógica de interna económica, ecológica y transparente. Ocho millones de papeles, pagados con el sudor de la gente, para maquillar con votos de cotillón una estructura sostenida a fuerza de billetera.
Pero no es solo la obscenidad del gasto. Mientras talan árboles indiscriminadamente y destruyen los espacios verdes, levantan el dedo para decidir quién puede competir y quién no, repitiendo la peor tradición de la política que dice representar.
Las fechas ya están puestas: apuro, prepotencia y cerrazón. La misma receta de siempre para que nada cambie. La proclamación de candidaturas sin debate, sin verdadera apertura, solo maquillada con el verso de unas internas donde todo ya está decidido de antemano.
¿Renovación? No. Papel pintado y tala indiscriminada. Plata por sobre política. El sello, al mejor postor.
