Adrián Fuertes, intendente de Villaguay, sorprendió con declaraciones que sacudieron la interna peronista. En una entrevista radial afirmó que no puede aceptarse como verdad absoluta que la lista encabezada por Adán Bahl sea “la única representante legítima del peronismo”. Para el dirigente, esa idea no solo achica el espacio político sino que desconoce la existencia de otras corrientes que también se reconocen como peronistas.
El villaguayense defendió la pluralidad de voces dentro del movimiento y remarcó que cada lista en competencia tiene derecho a expresar un sector del peronismo. En esa línea planteó que el verdadero desafío no es imponer una sola candidatura sino construir una mayoría capaz de enfrentar a La Libertad Avanza en 2027. “Si la sumatoria de las cuatro listas peronistas supera a los candidatos libertarios, el peronismo tiene garantizado el regreso al gobierno”, afirmó, enviando un mensaje directo a quienes buscan cerrar la discusión en torno a un único liderazgo.
El planteo de Fuertes es también una crítica a la conducción partidaria, que en los hechos viene instalando la idea de que solo Bahl y su armado tienen la representación genuina del justicialismo. Para el intendente de Villaguay, esta mirada no solo debilita al conjunto, sino que puede terminar alejando a sectores sociales, sindicales y territoriales que sienten que no se los incluye. “Todos los compañeros, de todas las listas, deben ser parte del proyecto si realmente queremos volver a ser gobierno”, insistió.
En términos políticos, la advertencia de Fuertes abre un debate de fondo: ¿es mejor una unidad cerrada en torno a una sola figura o una unidad amplia que reconozca la diversidad interna? Sus palabras tensionan la idea de que el peronismo debe esperar pasivamente a que un candidato resuelva su futuro, y proponen en cambio que se construya desde la base, integrando a todas las expresiones. En otras palabras, cuestiona la verticalidad de la conducción y la sustituye por la búsqueda de una legitimidad más amplia.
La lectura hacia 2027 es clara. Si el peronismo logra articular sus múltiples corrientes, puede volver a convertirse en alternativa de poder. Si en cambio persiste la estrategia de reducir la identidad del movimiento a una sola lista, corre el riesgo de perder competitividad frente a los libertarios y a otras fuerzas emergentes. El mensaje de Fuertes apunta justamente a eso: recuperar la amplitud histórica del peronismo y dejar de lado los intentos de disciplinamiento que achican la representación.