El diputado en campaña Guillermo Michel recibió el respaldo de Carlos Heller, figura porteña y referente del Partido Solidario. La foto y las declaraciones fueron difundidas como un gran logro político… pero hay un detalle que el marketing no puede tapar: Michel sigue buscando su base de apoyo y financiamiento lejos de Entre Ríos, donde supuestamente debe representar y defender los intereses de la provincia.
En vez de recorrer las ciudades, pueblos y zonas rurales entrerrianas —donde el impacto de las políticas de Milei y Frigerio golpea con fuerza—, Michel concentra sus gestos y alianzas en la Capital Federal. Allí negocia con estructuras partidarias porteñas, que poco y nada conocen la realidad local, pero que sí tienen recursos para bancar una campaña costosa.
Resulta curioso: Michel repite que quiere “ponerle límites” a Milei y Frigerio, pero para lograrlo se abraza a dirigentes que nunca pisaron un barrio de Paraná, Concordia o Gualeguaychú, y que tampoco explican cómo un pacto electoral porteño va a resolver los problemas de la provincia.
En los hechos, su estrategia confirma que su proyecto es más porteño que entrerriano: reuniones en despachos del Congreso, actos en la Ciudad de Buenos Aires, y fotos cuidadosamente producidas con referentes nacionales, mientras el interior entrerriano apenas recibe promesas y discursos enlatados.
La pregunta que queda flotando es simple:
¿Representará Michel a Entre Ríos o seguirá siendo un operador porteño con domicilio electoral prestado?