FRIGERIO QUIERE UNA PROVINCIA SIN PARTIDOS VECINALES
La nueva ley electoral propuesta pulveriza los partidos vecinales y prohibe la doble afiliación, eliminando la posibilidad de que en una ciudad un peronista y un radical se unan en un proyecto local. Esta medida no responde a las necesidades de la gente, sino al interés de Rogelio Frigerio de consolidar su sistema de estructuras partidarias tradicionales.
Estamos frente a una ley que atrasa 20 años, diseñada para consolidar el esquema de las PASO impulsado por el kirchnerismo, que desde su creación solo ha servido a las grandes estructuras políticas, dejando de lado las verdaderas necesidades de representación ciudadana.
Esta reforma busca debilitar la democracia local, atacando a los partidos vecinales que son la voz más cercana de los vecinos, y pretende imponer un modelo que centraliza el poder en las estructuras tradicionales, silenciando la pluralidad y las alianzas genuinas que nacen en cada localidad.
Lejos de avanzar hacia un sistema moderno, esta ley electoral representa un retroceso que prioriza los intereses políticos de las grandes estructuras partidarias por encima de la voluntad popular. La provincia merece una discusión profunda, no un apuro por sancionar una ley que beneficia a pocos y perjudica a muchos.