Una tormenta perfecta

Próximo a llegar a los primeros 30 días de la gestión de Presidente Javier Milei y su imagen ha sufrido una severa erosión de cara a la sociedad como internamente. No existe antecedente en democracia de semejante despilfarro de credibilidad. 
Habitualmente nos referimos a una tormenta perfecta cuando diferentes factores de riesgo, cada uno de los cuales por separado no generarían un impacto definitivo, pero si se combinan entre sí dan lugar a una catástrofe inevitable.  
En este punto, observo 10 factores de riesgos suficientes para una tormenta perfecta, a los cuales, posiblemente se sumen otros con el correr de los días. 
El primer factor es financiero, aquí se destaca la actuación del timbero Luis Caputo, quien, acostumbrado a jugar con plata ajena, solo piensa en sus comisiones. Su designación como Ministro puso en jaque las ideas libertarias y expone al Presidente en una encrucijada difícil de superar, volver a confiar en una receta que fracasó. 
Me dice una fuente confiable “PROMETER PLATA, no es lo mismo que LA PLATA”, y ello fue lo que aconteció.  El FMI le cerró la puerta a la Argentina por dos razones, el primero porque el mismo Caputo expuso a todos los integrantes del FMI a nivel mundial y, el segundo, el acercamiento innecesario de Milei con Trump; Biden termina su mandato en el 2025 y es determinante su opinión en el FMI, y que mejor campaña que todo lo que toca Trump explota. En consecuencia, el FMI informó a Argentina que todas las peticiones pasarán por el directorio, lo que conlleva como mínimo a una respuesta no menos de 4 meses y con alta probabilidad de rechazo. 
Pero el problema financiero no termina ahí, Qatar le cerró las puertas a Milei, como también los otros países que integran el BRICS.  Los únicos dispuestos a negociar con Argentina son los usureros con consecuencias trágicas para la soberanía Argentina. Hoy en el mundo, Argentina de la mano de un mesiánico puso en remate la soberanía. 
Por si todo esto fuera poco, fracaso el denominado Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) y se consolida la idea, de crear un bono por el cual, por cada dólar que ingrese al país te darán bonos. Este hecho asusta al mercado y conlleva a desenchufar todas las unidades de negocios posibles a la espera de algo de certidumbre. 
El segundo factor, es el negocio a corto plazo. El DNU primariamente fue un remate de artículos y capítulos al mejor postor. Pero como el objetivo era el remate, el DNU expuso intereses cruzados que ahora, abrió una interna feroz dentro del poder mismo. Muchos poderosos quedaron afuera, entre ellos, el mismísimo Mauricio Macri.  Esto causará un efecto dominó de erosionar interna y filtraciones que acelerará el desgaste y se quedarán sin líneas de defensa. 
Una fuente confiable me dijo “por eso rajaron a los más fieles de siempre, la idea es repartir entre pocos, todo termina en la corona”. Ahora, desde la misma Casa Rosada crearon el concepto “PELUQUEAR” que, dícese de los cobros por gestión administrativa a toda aquella persona interesada en la libertad. 
El tercer factor, la calle, quien al final, es el termómetro de la realidad política. “Espérate entre marzo y abril y vas a ver si el esfuerzo valió la pena” decía una señora a otra en la plaza del centro cívico.  
Nuestro país siempre se sostuvo gracias a la economía informal, fenómeno empírico que los Mileistas no saben que siquiera existe. Esa informalidad juega una suerte de contención social, revitaliza las despensas, minimercados, rotiserías, tiendas y comedores. Como siempre se dijo en el exterior sobre Argentina, “¿No se sabe cómo los argentinos con ingresos formales bajos viven y disfrutan como si tuvieran ingresos medios y medios altos? En estos momentos, se empezó a cortar la libreta del fiado. Se empieza a visibilizar cada vez más, la gente tocando timbre casa por casa pidiendo comida, fenómeno que irá en ascenso día tras días. 
Formalmente, no hay ventas porque no hay plata, los precios suben y se cae el poder adquisitivo producto del congelamiento, necesariamente ello producirá una baja de la recaudación, ya que el sistema tributario inmediato recae sobre el consumo, en consecuencia, te quedas sin caja. 
A ello súmale, el transporte público con valores ajenos a nuestra realidad y los gastos de comienzo de la escolaridad.  
Este fenómeno de la calle, no tendrá su epicentro en provincia de Buenos Aires, ya que ahí hay muchas redes de contención, sino será en el interior, puede ser Rosario, Córdoba entre otras, ya que ahí, no existe la contención social ni política, sin principalmente la actividad informal que se verá seriamente estropeada lo que afectará gravemente el humor social. 
Lo único que escucha la calle que todos los pequeños beneficios que tenían se terminan.
El cuarto factor, piquetes. Todo el show se terminará porque no hay plata para adicionales ni logística. Los uniformados tienen una afinidad con esta sensación de un gobierno duro, pero si no hay plata en el bolsillo, el amor se termina. Y se termina porque si sigue el presupuesto del 2023, no habrá aumento de sueldo ni actualizaciones, por lo que, sin adicionales y oxígeno para la movilización, solo miraran de lejos. 
En este factor, también se suman los congelamientos de sueldos y jubilaciones, por lo que ni las familias podrán contener los desaires da la vulnerabilidad. 
El quinto factor, es el sindicalismo en todas sus expresiones. Las medidas disparatadas del gobierno nacional unieron a todos y todas las trabajadoras que ven una amenaza seria a sus conquistas. Tanto así que ya la CGT anunció un paro y los docentes, explotaron porque le quitan el incentivo docente, por lo que ahora, en enero ya quieren aumento si no hay comienzo de clases. 
El sexto factor, es la política, los propios funcionarios y funcionarias de Milei no saben qué hacer ni hacia dónde dirigir su gestión, nadie atiende el teléfono. No hay conducción. Ya se rompió el vínculo político de la Rosada con Victoria Villarruel, con el Grupo Malboro y con la Banda Counter, solo existe Karina Elizabeth Milei, quien mediante lecturas astrológicas dirige el destino de los argentinos. Tampoco atienden el teléfono a los gobernadores ni intendentes, como tampoco a los dirigentes políticos propios o ajenos. Y para colmo, le sacaron los ATN al Ministro del Interior, Franco, el único con algo de política. 
Esto lleva inexorablemente a falta líneas defensivas de las ideas. Todos temen quedar pegados a esta gestión, salvo Caputo que, para el entonces, estará disfrutando de sus comisiones en alguna isla privada del Caribe. 
Y, por último, el séptimo factor, los medios. Al inicio, como toda gestión siempre hay alardes respecto a lo que se hará con la pauta oficial, pero esta vez, realmente no hay plata ni hay posibilidad. Por lo que, los medios verán afectados su situación cuando tengan que pagar en marzo, los gastos de febrero. Ello será un efecto de dominó 24*24 de críticas contra el gobierno nacional. 
Al final de cuentas "Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen. Ser libre para ellos no consiste en gobernarse a sí mismos, sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo. (…) El liberalismo, como hábito de respetar el disentimiento de los otros ejercido en nuestra contra, es cosa que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente, es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte", decía Juan Bautista Alberdi.